jueves, 23 de diciembre de 2010

martes, 20 de julio de 2010






































Planteamiento del problema.


El proyecto de investigación “silencio-ruido” plantea una relación entre la imagen y el sonido casi como un hecho sinestesico, en donde el espectador puede constatar que ver sonidos graficados en niveles de composición y texturas, a través de posturas del cuerpo no es algo perteneciente al mundo abstracto.
El mayor reto es lograr que algo que pertenece al campo de lo audible sea visible, valiendo me investigaciones en el campo de la psicología, y en especial la sinestesia, puedo darle un poco de cuerpo a mi desarrollo teórico.


Justificación.

“silencio-ruido” pretende encontrar las relaciones entre sonidos e imagen que modo que el espectador solo a través de la imagen pueda interpretar ciertos ruidos o silencios, además de apreciar la temática de la acción del cuerpo como elemento fundamental de expresión, también así dándole cuerpo a mi lenguaje como creador, no necesariamente hablando de los sonidos sino llevándolo a los campos de la expresión corporal, la puesta en escena o el performance.


Objetivo general:


Desarrollar una propuesta de dibujo partiendo de lo audible, que transmita estados emocionales personales a través de su estética.


Objetivos específicos.

-Explorar los elementos de expresión visual que me ayuden a transmitir silencio y ruido.
considerar las valorizaciones de la línea, textura, composición como elementos fundamentales para el carácter de la temática silencio y ruido en dibujo.
-Hacer una revisión previa del material que vengo desarrollando en mi trabajo personal y vincularlo al tema “silencio-ruido”.
-Exploración del cuerpo humano a través de mi mismo. Proceso experimental.

Marco teórico

Para nadie es un secreto que cuando hablamos de sentidos y sensaciones a cada sentido le corresponde un espacio, es decir, cuando hablamos de olores y/o sabores, el olfato y/o el gusto son los especialistas en la materia, pero cuando hablamos de visión las cosas cambian un poco porque como seres humanos que somos el 75% del mundo entra por nuestros ojos y seriamos capaces de suponer como huele o sabe algo según su apariencia física. El sentido no cambia mucho si en vez de olores y/o sabores hablamos de imagen y sonido entendiendo al sonido en su manera ausente (silencio) y al sonido en su manera inarticulada (ruido, a veces desagradable).

El propósito de esta investigación práctica “silencio-ruido” radica en llevar a través de una propuesta propia estas cualidades del sonido a imagen permitiendo al espectador captar características de la ausencia del sonido y ciertos sonidos inarticulados a través del dibujo.

Las imágenes silenciosas o ausentes de sonido son imágenes llenas de sobriedad y sencillez apostando por la fuerza estética desde la serenidad y el equilibrio. Por otro lado las imágenes ruidosas o que se asocian a sonidos inarticulados tienden a ser más abstractas, cabe destacar que dentro del mismo plano de la figuración, porque en materia de sonidos la cantidad es infinita y a cada sonido dependiendo de la intensidad y de que tan articulado sea le correspondería un nivel de composición distinto, es decir, a cada sonido diferente, una composición de imagen distinta…

Cuando hablamos de sonidos fácilmente nos podemos remitir a ejemplos musicales, pero cabe destacar que en esta propuesta de investigación no es la música, ni la composición musical lo que me interesa sino más bien producir relación entre sonido e imagen a través del dibujo, en donde la figuración, el cuerpo, y especialmente los estados emocionales son el accionante principal en el desarrollo de los conceptos silencio-ruido. Es decir, es una propuesta que se va a desarrollar a partir de las emociones, que se manifiestan a través del cuerpo y son canalizadas hacia el formato a desarrollar. Según Antonio Javier Plazas (metafísico) en la parte 1 de su artículo “El sonido y la comunicación con uno mismo” expone: “En cualquier idioma los sonidos inarticulados están representados por lo que se llama consonantes. Los sonidos articulados son aquellos que están totalmente enraizados con la constitución visceral del pensamiento del hombre y a su vez con su capacidad lingüística, forman parte de la manera de pensar del hombre y a su vez de la manera en que el hombre articula físicamente el lenguaje.

Existen varios tipos de lenguaje:
Uno el que subscribe fonéticamente los pensamientos a través de los sonidos y le da valores no como las letras.



Hemos dicho que el lenguaje se subscribe a valores concretos, gráficos, convencionales, así para hacer una “a” tengo que trazar determinadas líneas. Pero la idea va más allá, se subscribe a una imagen, deseo trasmitir la idea de flor, escribo flor. Esta idea se asocia con imágenes, no importa que sea espectral, uno sabe lo que quiere decir, lo que está pensando y el problema que hay es como uno se lo dice a sí mismo y después se lo comunica a los demás.” (
http://www.saberser.org/Meditacion/medita11.htm) en este sentido digo que puedo conseguir a través del cuerpo nuevas maneras graficas, no convencionales que a manera de una suerte de sinestesia produzca en el espectador la sensación de sonidos a través de la imagen gráfico-plástica.Tomando en cuenta la experiencia sinestesica en donde el individuo percibe sensaciones que se mezclan, puedo decir que las imágenes recargadas de texturas y/o altos contrastes tienen sonidos en particular según un experimento psicológico ideado por Wolfgang Köhler, se pide al sujeto que diga cuál de estas figuras se llama Booba y cuál Kiki. Del 95% al 98% de la gente le asigna el nombre Kiki a la figura angular naranja y Booba a la figura redondeada violeta.



Se piensa que esto tiene implicaciones en el desarrollo del lenguaje; es decir, que el mecanismo de poner nombres a los objetos no es totalmente arbitrario. Otra explicación sería que la forma redondeada suele recibir el nombre de Booba porque los labios forman una figura redondeada para producir el sonido. En cambio, los labios forman una figura más angulosa al pronunciar Kiki. Además, el sonido de las K es más forzado que el de las B.
Por otra parte, en el alfabeto romano, las letras B, o y a tienen una forma más redondeada que K e i.
A partir de esta relación imagen-sonido he creado un esquema compositivo semejante a una escala de valores tonales, esta es una escala de valores compositivos que se muestra a continuación, dependiendo del nivel de ruido en donde explico que las composiciones con menos información nos llevan interpretar un silencio mientras que las imágenes con mayor información a nivel de espacio, tramas y texturas nos generan un ruido o sonido inarticulado que no necesariamente tiene que ser desagradable.

Hablando desde el punto de vista conceptual, los dibujos representativas del silencio por ser más sencillas en su composición no tienen porque contener menos información que las que hablan de ruido, por el contrario, cuando se precipita un gran ruido que comunica una serie de cosas, algarabía, desasosiego, frustración, rabia, sorpresa, lo único capaz de coaccionar ese caos seria la presencia indiscutible del silencio que puede paradójicamente llegar en ensordecer y volver loco a cualquier persona que sea sometida a ello. Como es una relación de opuestos, uno puede sucumbir al otro dependiendo de la relación de proporciones.


Hablando en términos de escala de valores o escala compositiva, en el recuadro anterior yo hago una relación de escalas en la composición según el sonido, el sonido en su cualidad de ausente en la primera fase correspondiendo al numero 1, del 2 al 7 va aumentando progresivamente los niveles de ruido y en el número 8 la imagen mas ruidosa.
Según mariano González Achi, periodista argentino columnista de la revista digital Terra magazín en su articulo “Las interpretaciones del silencio según las diferentes culturas” dice que bajo la línea de 20 decibeles (de acuerdo al oído humano) es posible percibir el silencio. Símbolo y motivo de respeto tanto como de provocación, el acto voluntario de no emitir sonido alguno suele asociarse a una de las formas más básicas de la comunicación. Sus implicancias, sin embargo, exceden ampliamente lo relativo al habla humana.

Las interpretaciones del silencio son esclavas de su contexto. Dado que es imposible no comunicar, el hecho de negarse a hablar siempre es expresión de un sentimiento que impide la utilización de la palabra. Esta conducta resulta imposible de definir sin conocer (o intuir) la intención de quien permanece callado. En las sociedades occidentales el abanico de posibilidades abarca desde vergüenza y sumisión, hasta agresión, ira y desafío. Para el psicoanálisis, el silencio es una manifestación de la resistencia. Un paciente bajo tratamiento que interrumpe su discurso, y queda mudo, ha alcanzado un punto sensible de su conflictiva.

Por tanto este artículo apoya y explica perfectamente los conceptos de silencio que estoy manejando en mis dibujos accionando a través del cuerpo, el espacio, los sonidos y las texturas.


Interpretaciones de Silencio-Ruido según Ángel Rubio Castro Actual obispo de la ciudad española de Segovia

El Ruido y el Silencio.

Ruido en la sociedad. El ruido se apodera de las calles y de los hogares, de los ambientes, las mentes y los corazones. La persona superficial no soporta el silencio. Aborrece el recogimiento y la soledad. Lo que busca es ruido interior para no escuchar su propio vacío. De esta forma es más fácil vivir sin escuchar ninguna voz interior, estar ocupado en algo que no encontrarse para no oír la propia soledad.

2. Ruido ambiental. Cuando falta el silencio interior, el individuo queda a merced de toda clase de impresiones pasajeras, desguarnecido ante lo que puede agredirlo desde fuera o desde dentro. Es normal entonces que busque experiencias que llenen su vacío o, al menos, lo hagan más soportable. Uno de los caminos más fáciles de huida es el ruido.

3. Ruido en los «mass-media». La televisión puede generar una sociedad ruidosa y superficial. Cuando las conciencias se llenan de noticias e información, disminuye la atención a lo interior y decrece la capacidad de interpretar y vivir la existencia desde sus raíces. Se oyen toda clase de palabras y mensajes, pero apenas se escucha el misterio del propio ser. Cuando se pasa muchas horas ante el televisor, apenas se medita y no se desciende hasta el fondo del propio corazón.

4. Ruido en el cuerpo. El ruido crea confusión, desorden, agitación, pérdida de armonía y equilibrio. La persona no conoce la quietud y el sosiego. Llenos de ruidos y superficialidad nadie puede conocerse directamente a sí mismo. La persona no conoce su auténtica realidad; no tiene oído para escuchar su mundo interior, ni siquiera lo sospecha. El ansia, las prisas, el activismo, la irritación se apodera de su vida.

5. Ruido en el alma. Quien vive aturdido interiormente por toda clase de ruidos y zarandeado por mil impresiones pasajeras, sin detenerse nunca ante lo esencial, difícilmente se encuentra con Dios. En la sociedad moderna, Dios es para muchos no sólo un «Dios escondido» sino un Dios imposible de hallar. Su vida transcurre al margen del misterio de Dios es cada vez más una palabra sin contenido, una abstracción en el alma.

6. Silencio religioso. En medio del ruido y superficialidad todo es posible: rezar sin comunicarse con Dios, comulgar sin comulgar con nadie, celebrar la liturgia, sin celebrar nada, hablar de Cristo sin despertar nada en los corazones. Si no hay vida interior todo queda a veces reducido a una religiosidad interesada, poco desarrollada y adherida casi siempre a imágenes y vivencias empobreci-das de la infancia.

7. Silencio interior. La ausencia de silencio ante Dios, la falta de escucha interior, el descuido del Espíritu lleva a una mediocridad espiritual. Es inútil pretender desde fuera con la organización, el trabajo o la disciplina lo que sólo puede nacer de la acción del Espíritu en los corazones, por eso se busca un tipo de eficacia inmediata y visible, como si no existiera el misterio o la gracia.

8. Silencio monástico. La vida monástica está llamada hoy a redescubrir de manera renovada, en medio de esta cultura del ruido y de la superficialidad, ese valor tan esencial y tan suyo que es el silencio contemplativo y la escucha a Dios. Sería un error y un pecado que la vida monástica se encerrara hoy en su pequeño mundo, hecho también de otros ruidos y tensiones, de otras seducciones y superficialidades y se olvidará de esa sociedad que nunca ha necesitado tanto como hoy de maestros y maestras que apuntan con su vida hacia una forma diferente de existencia anclada en lo esencial.

9. Silencio contemplativo. Las comunidades contemplativas están llamadas a ser en medio de la sociedad contemporánea, «espacios de silencio», lugares donde se pueda percibir la sabiduría del recogimiento, la armonía de lo esencial, la quietud del espíritu, el ritmo sosegado. Sólo desde ese silencio podrán luego pronunciar algunas palabras, pocas, profundas, justas, para invitara una vida más plena y humana. Lo necesitan no pocos hombres y mujeres que comienzan a sentirse insatisfechos.

10. Silencio ante Dios. El silencio monástico no es sólo silencio exterior. No es «insonorización de un espacio», control de ruidos molestos, no es tampoco técnica terapéutica, vida tranquila, contacto sereno con la naturaleza. Es antes que nada silencio a solas con Dios. Es ponernos en contacto con lo profundo de nuestro ser, callamos ante la inmensidad de Dios, adentramos confiadamente en su Amor, quedar sumergidos en ese Misterio que no puede ser explicado ni hablado, sólo venerado y adorado


Todos a la caza del bisonte.


Conectado directamente con ese animal que somos, con esa bestia.
La evolución humana siempre ha sido un tema que me ha apasionado.
La mayoría de las cosas de corte antropológico han capturado mi atención febrilmente.
Y es ese interés por darle una cara a ese mundo del cual a medias solo conocemos su esencia más no su apariencia.
La precariedad del momento que no podía ser otra ya que aún éramos dominados por los instintos más básicos, y aún así las ansias de poder, comida y sexo parecieran seguir rigiendo la norma, y cuando hablo de poder no me refiero al mas adinerado sino al mas respetado.
“La naturaleza nunca ha premiado al más débil, sólo nosotros tenemos esa ilusión de resguardo”.
Debido a que somos seres duales en mi búsqueda, no se trata de que yo haya decidido explorar esto, simplemente, estando conciente de esto, lo utilizo, porque es lo que soy, y es lo que me compone. Somos sincrónicos y diacrónicos. Somos apolíneos y dionisíacos.
Todo este asunto es traducible (o por lo menos intento hacerlo) a espacios de silencios y de ruidos pues vivimos rodeados de ellos, todo sonido es responsable de alguna sensación en nosotros. Sonidos que son ondas, que son vibraciones y que por tanto pueden ser graficadas, es decir, que se pueden traducir a imágenes el mundo sonoro que nos rodea.
Cabe destacar que silencio y ruido no es el tema, el cuerpo tampoco lo es, esto es mas una estética, una forma, el tema tampoco es el hombre de las cavernas y su circunstancia, este forma parte de lo que es un referente, analogías que encuentro entre los estados de mis yoes y La primigeneidad temporal del ser humano con lo inmemorial.
El motivo: deriva inmediatamente del proceso reaccionario de mis “yoes” y “emotividades” en una suerte de “hipersensibilidad” e “histeria”. En el camino diario de nuestro transitar por la vida estamos sujetos a pasar por toda una cantidad de situaciones que nos generan reacciones; nos decepcionamos, tememos, lloramos o solo estamos tristes, el dolor puede ser ajeno o propio, reímos, carcajeamos o solo sonreímos, nos disgustamos, y algunos, por lo que creemos, nos jugamos la vida o como quien dice criollamente, metemos las manos en el fuego. Amamos; y por ello sufrimos. Deliramos, transpiramos, nos erotizamos cada vez en cada tanto, y nos avergonzamos, y cuando volteamos, nos damos cuenta de que solo estamos viviendo.


EL SILENCIO. Por Sara Rivera.

En la obra de Marcel Duchamp tiene tanta importancia el acto estruendoso de introducir un urinario masculino en una galería como el extremadamente leve proceso de la acumulación del polvo sobre los tamices de El Gran Vidrio. Y es que todas sus preocupaciones lejos de contraponerse se funden, se complementan y multiplican sus significados con el paso del tiempo. La provocación comenzó en 1912 con su Desnudo bajando una escalera, rechazada incluso por los Independientes de París, y lo mismo ocurrió en 1917 ante la Society of Independent Artists de Nueva York cuando presentó su Fuente, por no hablar de L.H.O.O.Q o su obra póstuma, Étant Donnés. Duchamp rompió desde el comienzo su vinculación a todo grupo artístico o tendencia, incluso fulminó la idea de obra de arte y del creador sacralizados con sus ready-mades.
La vía para una nueva estética y nuevas inquietudes intelectuales había sido abierta a golpe de fuerza subversiva. Pero bajo los gestos escandalosos siempre subyace, además del sentido erótico, un sutil interés por todos aquellos hechos que escapan al sentido común y a la observación científica, lo infraleve. Reproducimos aquí la nota del Transformador: "Utilización de un aparato para coleccionar y para transformar todas las pequeñas manifestaciones externas de energía (en exceso o desperdiciadas) del hombre, como por ejemplo: el exceso de presión sobre un interruptor eléctrico, la exhalación del humo del tabaco, el crecimiento del cabello y de las uñas, la caída de la orina y de la mierda, los movimientos impulsivos del miedo, de asombro, la risa, la caída de las lágrimas, los gestos demostrativos de las manos, las miradas duras, los brazos que cuelgan a lo largo del cuerpo, el estiramiento, la expectoración corriente o de sangre, los vómitos, la eyaculación, el estornudo, el remolino o pelo rebelde, el ruido al sonarse, el ronquido, los tics, los desmayos, ira, silbido, bostezos." Duchamp se interesó por esas "energías perdidas", por todos aquellos elementos que pasan desapercibidos, y sus obras están cargadas de citas a este concepto tan escurridizo y tan cercano a lo humano. Sin ánimo de teorizar ni de abarcar un todo, conjugaba en sus obras perspectivas muy diferentes. Pensemos de nuevo en la Fuente; dejado al margen el hecho de ensalzar la belleza industrial de un urinario y la carga de raíz dadaísta, Duchamp alude con un solo objeto a la posición femenina como receptáculo y al uso del mismo por parte del agente masculino. Pero no nos podemos detener ahí tras haber leído la nota; sin duda tiene la misma valoración la temática sexual que la reflexión sobre el fluir de los líquidos por la tersa superficie de la porcelana y el intercambio de las energías a partir del deseo. Lo infraleve puede estar conectado a lo visual, a lo olfativo o incluso a lo táctil, puede ser un movimiento, una mirada, el paso previo a una acción, un deterioro, o la suma de todos ellos.
Observemos ahora la obra Air de Paris. El aire en sí, lo atmosférico habla por sí mismo de lo infraleve, pero esta idea se ve subrayada también por su fragilidad (visual y material) y su transparencia. La transparencia como interpretación visual de lo infrafino está presente de nuevo en La mariée mise à nu par ses celibataires, même. La elección del cristal como soporte se encuentra en relación con sus propiedades ópticas y también con la luz, el color y la materia, en conjunto remite a toda nuestra capacidad sensorial. Asimismo en Rueda de bicicleta sobre un taburete, la obra necesita de la intervención del espectador para que se produzca el movimiento, de manera que los radios conformarán una imagen diferente ante nuestra mirada, de nuevo lo infraleve visible en un artefacto erotizado. En el ámbito de lo oloroso es evidente su presencia en Air de Paris, pero también otras obras como Belle Haileine, eau de voilette juegan con esta connotación olfativa. La obra donde aparece por primera vez el rostro de su alter ego, Rrose Sélavy, evoca su perfume femenino y con los juegos de palabras implícitos en la etiqueta pone el énfasis en el olor, el tacto y la temperatura femenino desde un punto de vista sexual. Podemos hablar en otros ready-mades como Why not sneeze Rrose Sélavy? del terreno de lo táctil. Se trata de una jaula que contiene en su interior unos cubos de mármol blanco.
Al margen de la burla respecto a la "frialdad" de la comitente de la obra, Dorothea Dreier, es innegable su referencia al tacto y paralelamente al sentido del gusto, puesto que las formas asemejan cubos de azúcar.Así en innumerables casos, podríamos pensar en la luz de gas y el tenue movimiento de la cascada en Étant Donnés, o la energía que se transforma provocando el funcionamiento de todo el mecanismo en El Gran Vidrio, o en la proyección de las sombras de los elementos de ambos paneles.La problemática de las sombras proyectadas muestra como lo infraleve es para Duchamp un modo de pasar de la segunda a la tercera dimensión, puesto que otorgaría a la obra un relieve y por otro lado crea un espacio óptico que contradice las leyes físicas.
Ese es al fin y al cabo, uno de los principales intereses de Duchamp, escapar de lo científico. Pese a sus conocimientos en el ámbito de la matemática y la física y sus estudios sobre la cuarta dimensión, su actitud vital siempre fue más fuerte, y cuando utilizó sus premisas fue para relativizarlas aportando su lógica personal, donde las aparentes contradicciones se superponen sin perder su significado. Superó a través de sus complejas instalaciones el ámbito físico, pero también lo artístico desde todas sus convenciones. Además de desarrollar su visión tan personal del amor y el arte creó toda una categoría simultáneamente que arranca de nuestros instintos; lo infraleve conlleva una profunda observación, una poética francamente sugestiva que culmina en cada obra una coherencia semántica común a toda su producción.
Luego de los análisis de reflexiones de cada uno de los ensayistas acerca de la teoría del silencio y el ruido y de compararlo con las reflexiones de mis inquietudes personales, ruido pueden ser muchas cosas y a través de el se pueden mostrar muchas cosas, así que creo casi necesario considerar esto como una estética primordial. Por ejemplo, si yo sintonizo mal una radio, muy probablemente pueda obtener la misma información solo que de un modo distinto, podrá ser una información con sonidos extras desarticulados lo que la hace una información ruidosa. Podrá ser una estética, una manera en particular en la que el mensaje llega.
Tomando en cuenta que puede convertirse esto en una estética, ya no se convierte en el tema principal. El tema principal es el qué decir a través del ruido y el silencio.
El tema principal soy yo y me emotividades, todo esto desarrollado en una estética personal de dibujo convencional.
Quiero vincular mi trabajo con el de Alirio Rodríguez, pues según la manera en la que el dibuja, presenta una serie de trabajos en las que se evidencia el movimiento y no hay nada mas preciso que el movimiento para emular sonidos. El espacio escenográfico que caracterizan sus lienzos, se encuentra completamente vacío, en mi caso yo no les brindo mucho interés a los fondos. A éste se asoman los personajes de sus pinturas, dibujados al borde de plataformas inestables, separadas unas de otras, proclives a caerse de un momento a otro. El movimiento y las líneas de las figuras, expresan el vértigo que produce ver hacia el vacío, al precipicio a donde temen ser lanzados por fuerzas que no están regidas, ni por la voluntad, ni por la Razón. Ese horror al vacío, presente en cada una de las piezas expuestas, expresan, citando uno de los textos que acompañan muestra, “la incertidumbre frente al futuro personal y colectivo en que vivimos, la anomia como dramática forma de convivir, y las incoherencias del discurso dominante en nuestra sociedad, porque, para el artista, la Razón está ahora ausente, suspendida. Alirio Rodríguez es un ferviente convencido de las teorías filosóficas de Kant y Hegel, entre otras, que señalan a la Razón como el centro de la reflexión del pensamiento occidental, y como la facultad más elevada del espíritu y única vía para conocer la Metafísica, a Dios y a la Verdad. “Sólo a través de la Razón, el Hombre puede influir sobre su propio destino, prever y proveer para el futuro; la única arma que tiene el hombre de este lado del mundo para enfrentar los inmensos retos y problemas del mañana.” (
http://arteenlared.com/venezuela/exposiciones/alirio-rodriguez-refleja-el-sentir-colectivo-en-su-mas-reciente-expos-2.html)
En este sentido el artista relaciona de alguna manera su trabajo con la miseria humana, con esa forma de vivir de la sociedad de hoy en día, con ese aspecto virulento que se comporta el ser humano. Conceptualmente encuentro afinidad entre el trabajo de él y el mió, por demás, un tema más que frecuente en los desarrollos personales de cada artista, que a la final termina siendo un tema colectivo,abordado desde los ángulos de cada cual.


Antecedentes.


Entre las investigaciones concernientes al tema, he encontrado tendencias artísticas y expresivas de la estética moderna, artistas poetas, músicos sonidistas, etc. que se han vinculado con esta área que podría llamarse sinestesica.
Desde el punto de vista de la acción y el cuerpo, la fotografía y la expresión los accionistas vieneses, marcaron una pauta a la hora de ser directos con los mensajes, llenos de una gran elocuencia a través de su forma de producción y reproducción artística, y vemos cómo con ella se pasa de la imagen del mundo al cuerpo como imagen, como soporte. Así, por ejemplo, el poeta simbolista francés Arthur Rimbaud en términos de poética creó un soneto dedicado a las vocales, adjudicando a cada una de ellas un color distintivo, y los poetas modernistas como Rubén Darío podían hablar de sonoro marfil o de dulces azules (gusto más vista).
Entonces la estética de las imágenes silenciosas y las ruidosas, aunque son distintas entre si hay un elemento que las une, y es que pueden ser oídas, el cuerpo es capaz de escribir todo un párrafo con sus movimientos y en materia de sonidos con la expresión sinuosa o hierática de un cuerpo se puede componer más que un manifiesto.
Por ultimo Alirio Palacios que retrata un poco lo referente a condición humana, como se refleja interiormente y Antonio Dagnino que desde el punto de vista de la sexualidad enarca situaciones comprometedoras para la sociedad en la que vivimos desenmascarando un poco al hombre y rompiendo el velo de la vergüenza haciendo ver de eso un hecho del común privado de cada uno.

Marco metodológico.


Este plan de trabajo parte del proceso metodológico empírico observando que la estrategia para la exploración esta dedicada a un análisis minucioso de los elementos que se utilizaran en la puesta en escena. En este sentido para el desarrollo de “silencio-ruido” se propone como metodología el ensayo y error, que es lo mismo a un fundamento empírico o experimental. De este modo la metodología experimental me brinda la oportunidad de vivir de modo real el proceso de desarrollo de los bocetos, la labor de construcción paso a paso de los principios que debo tomar en cuenta para lograr resultados aproximados a los deseados
Existe un proceso experimental en donde desarrollo una serie de actividades de modo indagatorio, pasando por interrogantes en torno a las imágenes que pretenden emular sonidos.
De esta manera una vez revisado los conceptos, de haber reflexionado acerca del tema del silencio y el ruido y su interpretación corporal, el proceso exploratorio o mas bien de experimentación consiste en desarrollar en una primera etapa un primer ensayo de fotos tomando en cuenta los puntos anteriores ya explorados relacionados al silencio y al ruido.
Hay una etapa muy importante que es la concentración y el análisis de las vivencias diarias para así drenarlas puntualmente sobre el formato.
De esta manera el método experimental esta justificado ya que es a través de la experiencia voy verificando resultados hasta adquirir conocimiento empírico con su base teórica.

viernes, 9 de octubre de 2009

El Ruido y el Silencio.

1. Ruido en la sociedad. El ruido se apodera de las calles y de los hogares, de los ambientes, las mentes y los corazones. La persona superficial no soporta el silencio. Aborrece el recogimiento y la soledad. Lo que busca es ruido interior para no escuchar su propio vacío. De esta forma es más fácil vivir sin escuchar ninguna voz interior, estar ocupado en algo que no encontrarse para no oir la propia soledad.

2. Ruido ambiental. Cuando falta el silencio interior, el individuo queda a merced de toda clase de impresiones pasajeras, desguarnecido ante lo que puede agredirlo desde fuera o desde dentro. Es normal entonces que busque experiencias que llenen su vacío o, al menos, lo hagan más soportable. Uno de los caminos más fáciles de huida es el ruido.

3. Ruido en los «mass-media». La televisión puede generar una sociedad ruidosa y superficial. Cuando las conciencias se llenan de noticias e información, disminuye la atención a lo interior y decrece la capacidad de interpretar y vivir la existencia desde sus raíces. Se oyen toda clase de palabras y mensajes, pero apenas se escucha el misterio del propio ser. Cuando se pasa muchas horas ante el televisor, apenas se medita y no se desciende hasta el fondo del propio corazón.

4. Ruido en el cuerpo. El ruido crea confusión, desorden, agitación, pérdida de armonía y equilibrio. La persona no conoce la quietud y el sosiego. Llenos de ruidos y superficialidad nadie puede conocerse directamente a sí mismo. La persona no conoce su auténtica realidad; no tiene oído para escuchar su mundo interior, ni siquiera lo sospecha. El ansia, las prisas, el activismo, la irritación se apoderan de su vida.

5. Ruido en el alma. Quien vive aturdido interiormente por toda clase de ruidos y zarandeado por mil impresiones pasajeras, sin detenerse nunca ante lo esencial, difícilmente se encuentra con Dios. En la sociedad moderna, Dios es para muchos no sólo un «Dios escondido» sino un Dios imposible de hallar. Su vida transcurre al margen del misterio de Dios es cada vez más una palabra sin conte-nido, una abstracción en el alma.

6. Silencio religioso. En medio del ruido y superficialidad todo es posible: rezar sin comunicarse con Dios, comulgar sin comulgar con nadie, celebrar la liturgia, sin celebrar nada, hablar de Cristo sin despertar nada en los corazones. Si no hay vida interior todo queda a veces reducido a una religiosidad interesada, poco desarrollada y adherida casi siempre a imágenes y vivencias empobreci-das de la infancia.

7. Silencio interior. La ausencia de silencio ante Dios, la falta de escucha interior, el descuido del Espíritu lleva a una mediocridad espiritual. Es inútil pretender desde fuera con la organización, el trabajo o la disciplina lo que sólo puede nacer de la acción del Espíritu en los corazones, por eso se busca un tipo de eficacia inmediata y visible, como si no existiera el misterio o la gracia.

8. Silencio monástico. La vida monástica está llamada hoy a redescubrir de manera renovada, en medio de esta cultura del ruido y de la superficialidad, ese valor tan esencial y tan suyo que es el silencio contemplativo y la escucha a Dios. Sería un error y un pecado que la vida monástica se encerrara hoy en su pequeño mun-do, hecho también de otros ruidos y tensiones, de otras seducciones y superficialidades y se olvidará de esa sociedad que nunca ha necesitado tanto como hoy de maestros y maestras que apuntan con su vida hacia una forma diferente de existencia anclada en lo esencial.

9. Silencio contemplativo. Las comunidades contemplativas están llamadas a ser en medio de la sociedad contemporáneas, «espacios de silencio», lugares donde se pueda percibir la sabiduría del recogimiento, la armonía de lo esencial, la quietud del espíritu, el ritmo sosegado. Sólo desde ese silencio podrán luego pronunciar algunas palabras, pocas, profundas, justas, para invitara una vida más plena y humana. Lo necesitan no pocos hombres y mujeres que comienzan a sentirse insatisfechos.

10. Silencio ante Dios. El silencio monástico no es sólo silencio exterior. No es «insonorización de un espacio», control de ruidos molestos, no es tampoco técnica terapéutica, vida tranquila, contacto sereno con la naturaleza. Es antes que nada silencio a solas con Dios. Es ponernos en contacto con lo profundo de nuestro ser, callamos ante la inmensidad de Dios, adentramos confiadamente en su Amor, quedar sumergidos en ese Misterio que no puede ser explicado ni hablado, sólo venerado y adorado.

Ángel Rubio Castro

viernes, 2 de octubre de 2009

jueves, 1 de octubre de 2009

EL SILENCIO. por Sara Rivera.

En la obra de Marcel Duchamp tiene tanta importancia el acto estruendoso de introducir un urinario masculino en una galería como el extremadamente leve proceso de la acumulación del polvo sobre los tamices de El Gran Vidrio. Y es que todas sus preocupaciones lejos de contraponerse se funden, se complementan y multiplican sus significados con el paso del tiempo.
La provocación comenzó en 1912 con su Desnudo bajando una escalera, rechazada incluso por los Independientes de París, y lo mismo ocurrió en 1917 ante la Society of Independent Artists de Nueva York cuando presentó su Fuente, por no hablar de L.H.O.O.Q o su obra póstuma, Étant Donnés. Duchamp rompió desde el comienzo su vinculación a todo grupo artístico o tendencia, incluso fulminó la idea de obra de arte y del creador sacralizados con sus ready-mades. La vía para una nueva estética y nuevas inquietudes intelectuales había sido abierta a golpe de fuerza subversiva. Pero bajo los gestos escandalosos siempre subyace, además del sentido erótico, un sutil interés por todos aquellos hechos que escapan al sentido común y a la observación científica, lo infraleve.
Reproducimos aquí la nota del Transformador: "Utilización de un aparato para coleccionar y para transformar todas las pequeñas manifestaciones externas de energía (en exceso o desperdiciadas) del hombre, como por ejemplo: el exceso de presión sobre un interruptor eléctrico, la exhalación del humo del tabaco, el crecimiento del cabello y de las uñas, la caída de la orina y de la mierda, los movimientos impulsivos del miedo, de asombro, la risa, la caída de las lágrimas, los gestos demostrativos de las manos, las miradas duras, los brazos que cuelgan a lo largo del cuerpo, el estiramiento, la expectoración corriente o de sangre, los vómitos, la eyaculación, el estornudo, el remolino o pelo rebelde, el ruido al sonarse, el ronquido, los tics, los desmayos, ira, silbido, bostezos."
Duchamp se interesó por esas "energías perdidas", por todos aquellos elementos que pasan desapercibidos, y sus obras están cargadas de citas a este concepto tan escurridizo y tan cercano a lo humano. Sin ánimo de teorizar ni de abarcar un todo, conjugaba en sus obras perspectivas muy diferentes. Pensemos de nuevo en la Fuente; dejado al margen el hecho de ensalzar la belleza industrial de un urinario y la carga de raíz dadaísta, Duchamp alude con un solo objeto a la posición femenina como receptáculo y al uso del mismo por parte del agente masculino. Pero no nos podemos detener ahí tras haber leído la nota; sin duda tiene la misma valoración la temática sexual que la reflexión sobre el fluir de los líquidos por la tersa superficie de la porcelana y el intercambio de las energías a partir del deseo.
Lo infraleve puede estar conectado a lo visual, a lo olfativo o incluso a lo táctil, puede ser un movimiento, una mirada, el paso previo a una acción, un deterioro, o la suma de todos ellos. Observemos ahora la obra Air de Paris. El aire en sí, lo atmosférico habla por sí mismo de lo infraleve, pero esta idea se ve subrayada también por su fragilidad (visual y material) y su transparencia. La transparencia como interpretación visual de lo infrafino está presente de nuevo en La mariée mise à nu par ses celibataires, même. La elección del cristal como soporte se encuentra en relación con sus propiedades ópticas y también con la luz, el color y la materia, en conjunto remite a toda nuestra capacidad sensorial. Asimismo en Rueda de bicicleta sobre un taburete, la obra necesita de la intervención del espectador para que se produzca el movimiento, de manera que los radios conformarán una imagen diferente ante nuestra mirada, de nuevo lo infraleve visible en un artefacto erotizado.
En el ámbito de lo oloroso es evidente su presencia en Air de Paris, pero también otras obras como Belle Haileine, eau de voilette juegan con esta connotación olfativa. La obra donde aparece por primera vez el rostro de su alter ego, Rrose Sélavy, evoca su perfume femenino y con los juegos de palabras implícitos en la etiqueta pone el énfasis en el olor, el tacto y la temperatura femeninos desde un punto de vista sexual.
Podemos hablar en otros ready-mades como Why not sneeze Rrose Sélavy? del terreno de lo táctil. Se trata de una jaula que contiene en su interior unos cubos de mármol blanco. Al margen de la burla respecto a la "frialdad" de la comitente de la obra, Dorothea Dreier, es innegable su referencia al tacto y paralelamente al sentido del gusto, puesto que las formas asemejan cubos de azúcar.
Así en innumerables casos, podríamos pensar en la luz de gas y el tenue movimiento de la cascada en Étant Donnés, o la energía que se transforma provocando el funcionamiento de todo el mecanismo en El Gran Vidrio, o en la proyección de las sombras de los elementos de ambos paneles.
La problemática de las sombras proyectadas muestra como lo infraleve es para Duchamp un modo de pasar de la segunda a la tercera dimensión, puesto que otorgaría a la obra un relieve y por otro lado crea un espacio óptico que contradice las leyes físicas. Ese es al fin y al cabo, uno de los principales intereses de Duchamp, escapar de lo científico. Pese a sus conocimientos en el ámbito de la matemática y la física y sus estudios sobre la cuarta dimensión, su actitud vital siempre fue más fuerte, y cuando utilizó sus premisas fue para relativizarlas aportando su lógica personal, donde las aparentes contradicciones se superponen sin perder su significado. Superó a través de sus complejas instalaciones el ámbito físico, pero también lo artístico desde todas sus convenciones. Además de desarrollar su visión tan personal del amor y el arte creó toda una categoría simultáneamente que arranca de nuestros instintos; lo infraleve conlleva una profunda observación, una poética francamente sugestiva que culmina en cada obra una coherencia semántica común a toda su producción.

martes, 29 de septiembre de 2009

Todos en la caza del bisonte.

La evolución humana siempre ha sido un tema que ha apasionado, la mayoría de cosas de corte antropológico han capturado mi interés febrilmente, y es el interes por darle una cara a ese mundo del cual a medias solo conocemos su esencia más no su aparencia.

La precariedad del momento que no podría ser otra ya que aun "éramos" dominados por los instintos más básicos y aun así hoy día las ansias de poder, comida y sexo parecieran seguir rigiendo la norma, y cuando hablo de poder no me refiero al más adinerado sino al más respetado sea por los medios que sea.

La naturaleza nunca a premiado al más débil, solo nosotros tenemos esa ilusión de resguardo.

Debido a que yo me debato entre dos extremos, historia y prehistoria, mi discurso en ocasiones se vuelve contra mi y ni yo mismo me entiendo, por eso iré por partes:

Todo este asunto es traducible a espacios de silencios y de ruidos, pues vivimos rodeados de ello, todo sonido es responsable de alguna sensación en nosotros, sonidos que son ondas, que son vibraciones y que por tanto pueden ser graficadas, es decir, que se puede traducir a imagenes el mundo sonoro que nos rodea.

Cabe destacar que Silencio y Ruido no es el tema, el cuerpo tampoco, esto es más una estética, una forma; el tema tampoco es el hombre de la cavernas y su circunstancia, este más bien forma parte de lo que es un referente, analogias que encuentro entre los estados de mis "yoes" y la primegeneidad temporal del ser humano con lo inmemorial. (Nada surge de la nada, y siempre hay patrones que se repiten una y otra vez, me gusta mantener eso presente y no olvidarme de los origenes).

El motivo es el estado de frustración, excitación, saturación, catástrofe, traducible a ruidos, seguido por el colapso;...un inmenso CTRL-ALT/Suprimir y vayanse a la mierda toditos, traducible a un: DEJAME EN PAZ, una salida al desahogo necesario. Silencio que muchas veces indica que el impacto a sido tan fuerte que haz quedado anulado.

Palabras relacionadas: Dormitar, sala de espera, terapia intensiva, orgasmo, transito, tráfico, horas picos, bocinas escandalosas de autos, postes de electricidad de los barrios, masacre, huecos, espacios vacíos.